miércoles, 16 de mayo de 2007

Tempus fugit

Estos días ha estado mi hermana por aquí y, después de ya unos meses, me he dado realmente cuenta de lo que ha madurado... Parece mentira que aquella niña que siempre venía detrás mío cuando yo me iba con los amigos, y que, una vez más mayores, sigues viendo como a una niña pequeña, haya crecido y sepa expresar tan bien los sentimientos, sin miedo al qué dirán, que se comprometa con causas justas y además actúe... He aprendido muchísimo de ella, y eso que nos llevamos 5 años, y ahora me doy cuenta de lo que la admiro.

Hace poco murió el padre de una amiga suya, y me sorprendió la madurez con la que me lo contó, la manera en que se enfrentó a ello y le dio todo su apoyo, pero sobretodo me emocionó verla llorar. Me emocionó tanto que no pude hacer menos que llorar con ella, porque me dolió verla sufrir, y a la vez descubrí nuevas facetas suyas...

El tiempo es demasiado veloz, hoy en día crecemos demasiado rápido y los sentimientos quedan relevados a un segundo plano y por desgracia, nos perdemos muchas de esas pequeñas cosas que son la chispa de la vida...

Bixu, t'estim molt.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oh,
me sent identificada amb aquest escrit, i esper que na Clàudia també s'hi senti.


...avam si saps qui soc

Jocgart dijo...

Uoooooo, es primer comentari!! Gràcies!! Si que se qui ets, que m'ho han xivat!! ^^ Moltes gràcies per es comentari, i si, na Clàudia m'ha parlat molts cops de tu... ^^