Buscamineando y encontrando la felicidad

Uno de mis vicios inútiles e inconfesables es... el buscaminas. Siempre que tengo el ordenador encendido tengo una partida abierta en el nivel experto, y debo decir que suelo conseguir terminarlas bien el 30% de las veces... Normalmente, al estar haciendo más de una cosa, se me va el tiempo en las partidas, eso sí, si me pongo suelo terminar relativamente rápido. Hasta hace nada no conseguía bajar de 106 segundos en el nivel experto, pero anteayer conseguí superar mi propio récord: ¡¡98 segundos!! Y he aquí la prueba:

Mis otras marcas son:

• Nivel Principiante: 5 segundos
• Nivel Intermedio: 38 segundos
  

Vaya tontería, diréis algunos, pues puede, pero a mí me alegró un montón.

Llega un momento en la vida en que te das cuenta de que la felicidad consiste en todas aquellas pequeñas cosas que nos gustan, que aunque sea durante un instante, nos dan alegría y hacen que nos sintamos algo más felices. La felicidad no se busca, sólo se encuentra en las cosas más tontas y minúsculas, cuando menos la esperamos: la sonrisa de un niño, ver la felicidad de una persona que quieres, una conversación con un/a amigo/a, la comida de tu madre cuando hace tiempo que no la pruebas, un abrazo repentino... La vida está llena de estas pequeñas cosas que nos alegran, nos da cada día miles de razones para aferrarnos a ella, sólo hay que saber encontrarlas y una vez encontradas, disfrutarlas.