domingo, 5 de agosto de 2007

Música y copa en la mano

A veces las acciones más inesperadas acaban convirtiéndose en algo que te llena totalmente. El viernes por la mañana recibí una llamada que contesté al salir del trabajo, una vieja amiga que me proponía suplir a un compañero suyo, por la noche, en un piano bar. Sin pensarlo contesté que me encantaría, aunque luego me asaltó la duda: ¡¡hace mucho que no toco delante de nadie y no había ensayado!! Por eso no te preocupes, ¿has comido? No, no, aún no, acabo de salir. Pues coge el saxo y tu mejor voz, te compras un bocadillo y comes por el camino. Vale, voy para allá.

Cómo me gustaría ser tan decidido, me embabio (palabro nuevo, de "estar en Babia") y empiezo a pensar, hasta que me doy cuenta de que están esperándome y no hay tiempo que perder. Llevo varios días sobreviviendo con cuatro horas de sueño por la noche, me siento cansado, pero es empezar a tocar y despertarse todos mis sentidos, ensayamos toda la tarde, una horita para ir a cenar y empezamos a trabajar, gente, vamos engrasando la maquinaria.

Temía que fuera a haber problemas, pero tuve suerte, conocía la mayoría de los temas, tanto la letra (sí, me tocó cantar sentado al piano LMAO) como la instrumentación... Personalmente, me lo pasé genial y a juzgar por las caras de los presentes, no les disgustó... Tenemos que repetirlo, me dijeron, y asentí, sonriente, para mí será un verdadero placer.

2 comentarios:

Tu inquilina dijo...

Que bueno que tengas el talento de la musica, el sentido del ritmo, ya sabes, poder tocar y cantar... me gusta la musica, es algo que siempre he deseado saber hacer, pero aqui una es aritmica y no puede ni dar palmas a ritmo decente..Me encantó leer que hay gente qui si sabe..por cierto, suenas feliz..
Gris

Loli dijo...

Tiene que ser fantástico poder ponerse a tocar en cualquier momento...