viernes, 11 de julio de 2008

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¿Recuerdas cuándo aún nos besábamos con toda nuestra pasión? Cuando el roce de tu mano en la mía hacía que me sintiera el tipo más afortunado del mundo... Cuando no necesitábamos más que miradas para entendernos, cuando todo era fácil, el mundo era perfecto, las guerras solo existían en nuestra cama... ¿Recuerdas aquellos tiempos dónde todo se movía por nosotros? Cuando no hacía falta más que un movimiento para que estuviera todo bien... ¿Dónde fue a parar? ¿Qué ha hecho que eso ya no funcione? Intente hacerte reir y lo único que encuentro son tus suspiros tristes, vamos a dar un paseo, no tengo ganas, hagamos algo, no puedo... ¿Cuándo se nos echaron encima todas las responsabilidades? ¿Cuándo dejamos de ser adolescentes para convertirnos en adultos?

No quiero tantas responsabilidades sobre mí...


(este escrito es inspiración de mi desbordante imaginación... en realidad el amor y la pasión siguen triunfando, sólo que me apetecía escribir algo así... de todos modos, lo último, de no querer tantas responsabilidades sobre mí, sí es cierto, aunque nada que ver con estrés corazoniano ni nada por el estilo :P)

5 comentarios:

Eva dijo...

Es un bonito texto. Afortunadamente es un ejercicio de imaginación sin consecuencias funestas. Que siga la pasión ;-)

Besos.

Eva dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jocgart dijo...

Jeje mil gracias, eva!! :D

Anónimo dijo...

¿Me preguntas cuál es el cocodrilo que lleva el reloj amenazador de mi tiempo en su panza? Por favor, Wendy, desde hace rato no te hablo de otra cosa: tú eres el cocodrilo que sigue mi rastro por los caribes de Nunca Jamás, tú eres el cronómetro que envenena la eternidad inverosímil de la que me reclamo, tú eres la aliada de lo que va a desterrarme la madurez... ¡mi dulce, anhelosa y anhelada, mi fugaz Wendy!
T'estim petito

Jocgart dijo...

Jejeje m'encanta aquest text :)) Se t'estima, nina :D